lunes, 2 de noviembre de 2015

Los frutos secos de los bosques caducifolios atlánticos asturianos

Los frutos secos (bellotas, avellanas, castañas, hayucos) y el color rojizo, cobre y oro de las hojas de nuestros bosques caducifolios son el indicador de la estación otoñal. Estos frutos secos ricos en calorías (por los lípidos y los glúcidos), proteínas y oligoelementos, son necesarios para que nuestra fauna (osos, jabalíes, palomas torcaces, arrendajos, ratones, lirones...) pueda sobrevivir al invierno (acumulando reservas de grasa o rellenando  las despensas). Y, antaño, junto con las nueces, eran muy importantes en la dieta de las poblaciones rurales pues se comían frescos, asados, tostados, en forma de harina...Incluso eran protagonistas de fiestas como el "amagüestu".

(Imagen del artículo "Al rico fruto seco" de Luis Mario Arce en la Nueva España.)

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